Ganando y goleando. En esta ocasión los blancos no se exprimieron. Salieron con una marcha por debajo de la que nos tienen acostumbrados, tal vez sabedores de que el gol llegaría tarde o temprano. Y lo hizo en el min.23 tras testarazo de Cristiano. Ya por delante en el marcador el partido parecía un mero trámite, pero los navarros contestaron con una jugada de picardía para empatar el partido. Los madridistas picados en su orgullo por demostrar semejante empanada, les bastó apretar el acelerador cinco minutos para anotar dos goles más antes del descanso, y ya en el segundo anotaron otros cuatro sin despeinarse.
La única pega del encuentro para el Madrid fue la lesión de Di María. El argentino hace gala en cada partido de un esfuerzo sobrehumano corriendo de un lado para otro, presionando y luchando por cada pelota. Así fue como se lesionó, exprimiéndose para evitar un saque de banda. Consiguió su objetivo, pero a un coste demasiado elevado. La otra cara de la moneda fue la de Nuri Sahin. El turco-alemán debutó por fin con el Madrid y volvió a sentirse jugador después de muchos meses encadenando lesión tras lesión. Si el 5 madridista consigue jugar al mismo nivel que en el Borussia Dortmund, el salto de calidad del mediocampo blanco va a ser enorme, sobretodo si lo forman Sahin y Xabi Alonso.
El fin de semana ha salido redondo para el conjunto de Chamartín. Sigue líder de la clasificación, ha aumentado y establecido la diferencia con el Barcelona en tres puntos y está jugando mejor que nunca. Aún así no se debe caer en la prepotencia. El Madrid no ha visitado todavía Mestalla ni San Mamés ni se ha enfrentado todavía al Barcelona, por lo que debe de mantener los pies en el suelo. El club catalán poco a poco irá a más, dejará de dejarse puntos y su juego seguirá creciendo, y el Madrid si quiere la Liga deberá estar a su altura. Meta difícil, pero alcanzable.
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