A Mourinho se le ha consentido todo y se le ha fichado todos los jugadores que ha pedido. Se echó a Valdano convirtiendo al portugués en director deportivo, tiene el mayor poder y respaldo que ningún otro entrenador de la historia del Real Madrid y se le ha consentido lo que no se le consintió a ningún otro, que el Madrid no juegue al fútbol y que salga a defenderse en su propio estadio. Ha dilapidado la imagen de señorío del club blanco y ha encrespado el vestuario blanco a tal nivel que muchos de los jugadores no saben si salen a un campo de fútbol o a uno de batalla. Y todo esto se lo han permitido porque Mou es un entrenador que gana títulos, un entrenador resultadista que es el último salvavidas al que se ha agarrado Florentino. El abrazo que se dieron ayer mister y presidente es la prueba de que ambos van juntos de la mano, o al cielo o al patíbulo.
El Madrid salió en Santander como si no tuviera corazón, tanto es así que llegué a pensar que los jugadores estaban haciendo la cama al portugués, y no lo descarto completamente. ¿Por qué los jugadores se van a esforzar y a partirse la cara por un entrenador que les vende ante la prensa y señala a cualquier culpable menos a sí mismo?
¿Por qué van a apoyar a un entrenador que aparta del equipo a sus compañeros por dar su propia opinión? ¿Deben los jugadores más lealtad a su entrenador que a sus compañeros? Para mi no, y seguro que para ellos tampoco, porque apuesto que las declaraciones de Mourinho señalando a Khedira como culpable de la derrota ante el Levante escocieron dentro del vestuario. En un equipo señor Mourinho ganan y pierden todos, no pierden ellos y gano yo.
Ayer los únicos a los que salvaría son a Casillas y a Marcelo. El madrileño hizo varias paradas de mucho mérito y el brasileño fue casi la mejor baza ofensiva de los blancos siendo lateral derecho, lo que indica claramente lo que hicieron los de arriba. Carvalho lentísimo, Varane cumplió al igual que Arbeloa, y el resto del equipo desaparecido. El mediocampo no existió, Ozil juega demasiado arriba y presiona por Cristiano y Benzemá, Callejón dio la imagen de estar atado y no jugar con la libertad de la pretemporada y a Benzema no le llegaron apenas balones. Capítulo aparte lo de Cristiano, no la pasa, no se marcha de nadie por velocidad ni potencia, tira falta tras falta de forma horrenda y no le permite a otro compañero acercarse, y para mas INRI protesta cualquier ligero toque del que es víctima. La entrada de Di María al equipo le dio otro aire, pero este argentino que si sabe lo que es regatear y la velocidad se parece demasiado a Cristiano en lo de tirarse y protestar.
El Madrid necesita un lavado de imagen empezando por Mourinho y por Cristiano, y hasta que estos dos personajes no desaparezcan del club blanco, toda la demás inversión realizada en el equipo (que es magnífica) no dará todo su potencial.