El Santiago Bernabéu fue testigo en el día de ayer de un vendaval blanco. Enormes oleadas madridistas sacudieron una y otra vez al submarino amarillo logrando penetrar el casco castellonense en tres ocasiones, pero pudieron ser muchas mas. Benzemá culminó un gran pase de Di María con un control sensacional y balón picado a Diego López, Kaká con un disparo desde fuera del área, y el fideo argentino anotó tras un veloz contraataque y un pase magistral de Karim. El marcador ya lucía un 3-0 mediada la primera parte, y a partir de entonces el Madrid se dejó llevar por la marea y le bastó tocar y tocar para no pasar mas apuros. Partido resuelto en 30 minutos y el resto para olvidar.
Los blancos hicieron un partido parecido al de Málaga pero superior en lo que se refiere a nivel de juego. Salieron con el mismo ímpetu de comerse al rival y las líneas muy juntas para una mejor presión en toda la cancha. La presencia de Sergio Ramos como central permite al Madrid tomarse ciertas libertades que no son posibles con la lentitud de Carvalho. En el ataque, la presión a la línea defensiva amarilla a la hora de sacar el balón fue impresionante, habiendo ocasiones en que el defensa se veía rodeado por cuatro jugadores blancos. Esférico robado en campo contrario, consecuencia, tener la portería mas cerca y hacer menos desgaste a la hora de marcar.
Jugador por jugador el mejor de todos fue Benzemá. El año pasado ya demostró en alguna fase de la temporada los motivos por el que fue fichado, pero la temporada que se está calcando no deja a nadie indiferente. Define, reparte juego, asiste...perfecto. Di María y Kaká también lucieron con luz propia, al igual que Xabi Alonso. El tolosarra recibe el balón en mejores condiciones desde la defensa y está mas suelto a la hora de dirigir al equipo. Khedira es otra noticia positiva, ya que poco a poco se parece mas al jugador que vimos en el mundial. El Madrid en global sobresaliente, Eso sí, Cristiano el más desaparecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario