El partido era el más interesante que se podía ver de la previa de la Champions League y no decepcionó. Desde el inicio, el ritmo del partido fue frenético, y los Gunners solo tardaron cuatro minutos en ponerse por delante. Ramsey cuelga un balón al primer palo desde la derecha y Theo Walcott llega solo desde atrás para empujarlo al fondo de las mallas. El gol sería el único tiro entre los tres palos del Arsenal hasta el minuto 88, el resto del tiempo el peligro estuvo siempre en las botas de los italianos.
Di Natale estuvo apunto de anotar en un perfecto lanzamiento de falta que se estrelló en el palo, Armero falló un claro mano a mano ante Szczesny, quién estuvo inmenso toda la noche, y Pinzi y Asamoah fueron como puñales que pusieron en jaque a Vermaelen y Koscielny. El Arsenal necesitaba pausa en el juego, pero Ramsey estuvo desaparecido y a Song no le podemos pedir más de lo que su despliegue físico ofrece. Las ausencias de Wilshere y Nasri, este último con pie y medio en el City, y la venta de Cesc al Barça, se notaron y mucho en el partido de ayer.
En la segunda parte fue más notoria la superioridad del conjunto italiano. Djourou entró por el lesionado Gibbs, pero solo duraría diez minutos en el campo tras lesionarse en una acción salvadora cuando ya se cantaba el gol de Di Natale. El delantero italiano fue un incordio continuo con incesantes desmarques a la espalda de los defensores, al igual que el lateral derecho, Isla, una auténtica sorpresa la que me dio el nivel de este jugador. Los minutos fueron pasando y el Udinese no conseguía marcar. El Arsenal llegaba mediante balonazos o transiciones largas de Gervinho o Walcott, pero nada mas, decepcionante el nivel ofrecido por los londinenses, que al final se llevaron un premio demasiado grande para el juego que ofrecieron.
Ahora mismo no dudo en afirmar que es el peor Arsenal de los últimos años por plantilla. Es cierto que le faltaban muchos jugadores, pero Van Persie sufre una lesión tras otra, Arshavin tiene un partido bueno de veinte, Cesc está vendido y Nasri casi fuera, y hay varios jugadores que no tienen nivel para jugar, como Chamakh o Djourou. Es un equipo sin estrellas y sin futuro reciente.
El Udinese en cambio me encantó, ya que me pareció un equipo inglés disfrazado de italiano. La velocidad y el despliegue físico que mostraron no se asemeja a lo que viene siendo un equipo italiano o lo que normalmente se ve en el Calcio. Armero y Asamoah son rapidísimos al contragolpe, Badu robó balones a diestro y siniestro, Isla fue un correcaminos, Pinzi se movió por todo el campo rival, y Di Natale arriba no paró de causar peligro. Un equipazo.
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