No dejo de sospechar que el poder y creerse el mejor atonta, y ayer Sandro Rosell me lo confirmó. Rosell es el presidente del mejor club que hay en la actualidad en estos momentos, pero es un presidente que todavía no ha ganado nada. Guardiola en cambio, lo ha ganado todo con su equipo y sigue manteniendo un discurso moderado y de precaución. El entrenador culé muestra inteligencia, el presidente estupidez.
Estupidez porque Rosell no ha dado más que una motivación excelente a los jugadores blancos para sus enfrentamientos con los culés. El presidente catalán ha pecado como pecó en su día el Madrid al infravalorar a equipos como el O.Lyon, Roma, Arsenal y Liverpool. Esos equipos fueron capaces de eliminar al Madrid en octavos de final a base de calidad y definición, pero sobretodo por carácter y amor propio. El Real Madrid aprendió la lección y el Barça, o por lo menos su presidente, ha caído en la misma trampa.
Y la estupidez de este señor es mayor si tenemos en cuenta que ha menospreciado a su rival histórico, con el cuál se enfrentará en la final de la copa, posiblemente en semifinales de la Copa de Europa y con el que se jugará la liga. Si el Madrid es listo, no responderá en la sala de prensa, sino sobre el terreno de juego. Y quiero destacar la gran cantidad de culés que han criticado las palabras de su presidente. Rosell es dueño de sus palabras, no el dueño de las palabras del barcelonismo.
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