El Barcelona de Guardiola ya está oficialmente en semifinales de la Champions League. Una vez superado el intrascendente partido de ayer, y para encima con victoria, los culés lucharán por meterse en la final por tercer año consecutivo. Y su rival mas que probable será el Real Madrid, siempre y cuando superen al Tottemham en la noche de hoy. Un partido que tendría que ser un trámite parecido al de los catalanes ayer.
El Barcelona dominó de principio a fin ante un Shakhtar Donetsk indefenso y sin mordiente. El conjunto ucraniano luce velocidad felina, pero sus delanteros no saben definir, a sus centrocampistas les pueden los nervios, su defensa no sabe sacar un balón y su portero es menos fiable que los bancos portugueses. El Shakhtar hubiera tenido alguna posibilidad si Guardiola hubiera apostado por chavales de la cantera o por un equipo con muchos suplentes, pero fiel a sus palabras apostó por el mejor once posible.
De los once jugadores que alineó Pep, hay que destacar ayer a Mascherano y a Valdés. El argentino está demostrando los motivos por los que Guardiola le trajo del Livepool. Dentro de sus claras y visibles carencias técnicas, luce un despliegue físico y una capacidad de recuperación de balón impresionante. El meta catalán por su parte, ha sido posiblemente el jugador culé mas destacable en esta eliminatoria contra el Shakhtar. Sus paradas en el partido de ida, y sus reflejos en el partido de ayer ante disparos a bocajarro, hicieron que el miedo a la remontada ucraniana no aflorase en ningún momento. El Barcelona ha pasado a semifinales con todo merecimiento por su juego, su superioridad tanto ofensiva como defensiva y es el favorito para llevarse el título.
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