El Barcelona confirma su superioridad también en Europa

Existía la opinión generalizada de que el partido iba a ser complicado para el Barcelona, pero las dificultades para el club catalán duraron exactamente diez minutos, que fue lo que tardó el Barcelona en hacerse con el balón. Desde ese momento y hasta el final del partido el festival blaugrana fue de menos a mas. Con Xavi dominando el mediocampo y Messi haciendo virguerías en la frontal del área, las ocasiones se fueron sucediendo. En una de éstas llegó el gol de Pedrito a pase de Xavi. A los pocos minutos llegaría el empate de Rooney, que venía precedido de un fuera de juego milimétrico de Giggs no señalado por el árbitro. El gol dejó un poco tocado al Barça, pero solo fue un espejismo.

Tras la reanudación el único equipo que saltó al campo fue el catalán. Los ingleses presionaban el mediocampo blaugrana dejando múltiples espacios en la frontal del área, que fueron aprovechados por Messi y Villa para anotar el segundo y el tercer tanto respectivamente, ambos sendos golazos. El resto del partido fue coser y cantar para los de Pep, quién volvió a dar una lección de ajedrez a su rival de la noche, Sir Álex Ferguson. El galés debió de perder el vídeo del 5-0 del Barça al Madrid, porque cometió los mismos errores que los blancos en ese partido. Cualquier rival debe de mantener juntas la línea defensiva con la del mediocampo, sin espacios por el centro, presión conjunta y rezar porque Messi no tenga su día. No hay más.

El Barcelona conquistó de ésta forma su cuarta Copa de Europa. Ya solamente le quedan por delante el Liverpool, Milán y Real Madrid, pero al paso que lleva el club español dentro de 20 años estará muy cerca de la soberanía blanca en Europa. Es indiscutible el mérito del Barcelona por juntar el buen fútbol y los títulos, y es totalmente merecida su victoria en la final ante el Manchester, una lástima que su pase a la final estuviese condicionada por la actuación de los árbitros.