Nueve partido, nueve finales

Nueve son las jornadas que restan de esta temporada y veintisiete los puntos que quedan por disputarse, y tan solo uno solo de ellos puede marcar la diferencia entre la gloria y la derrota, entre la vida y la muerte. Gloria o derrota para Barcelona y Madrid, y vida o muerte para los equipos que luchan por la permanencia.

Esta jornada deja mas cerca de la gloria al Barcelona tras lograr un triunfo, al final apurado, ante un Getafe mas voluntarioso que eficaz, y deja al Madrid cada vez mas cerca de la derrota a pesar de volver a doblegar a su rival del manzanares. Impresionante la temporada de ambos equipos, casi igual de impresionante que será el registro de puntos que puedan obtener a final de la liga. Nadie es capaz de acercarse lo mas mínimo a los dos grandes de la liga española, lo que no deja de ser un problema de cara al futuro de nuestro fútbol. ¿No será más interesante ver otras ligas cuyo trofeo lo puedan levantar 3 o 4 equipos?

Por la parte baja la situación empieza a ser dramática. Hércules y Almería perdieron sus partidos y ya ven la salvación a mas de un partido de distancia, lo que conllevó la destitución de Vigo al cargo del banquillo alicantino. El Málaga se resiste con uñas y dientes y se confía a los goles de Rondón. El Zaragoza y el Deportivo están al borde del precipicio y los nervios pueden hacerles perder seguridad. El Sporting se toma un respiro antes de visitar el Bernabéu y Racing, Levante y Osasuna ponen tierra de por medio. Impresionante año 2011 del equipo levantinista por cierto, Caicedo y Rubén Suárez son los cimientos sobre los que se construyen este equipo, y Ballesteros y Del Horno las viejas columnas que lo sostienen.

Es inevitable que los nervios se disparen a éstas alturas y que cada partido sea una lucha de vida a muerte. Las protestas airadas del Almería en el Molinón al finalizar del partido dan cuenta de lo que está en juego, lo mismo que los abucheos de la afición del Hércules. Esto es solo fútbol, pero para mucha gente es algo mas. Los grandes ganan o pierden, pero los modestos viven o mueren.