El último partido del The Boxing Day fue un interesantísimo Arsenal – Chelsea, uno de los mejores derbys que se pueden dar en la ciudad de Londres. El Chelsea llevaba cinco partidos sin ganar y necesitaba la victoria para no descolgarse de los puestos de arriba. Por su lado, el Arsenal necesitaba demostrarse a si mismo que este año podía ganar a los grandes y luchar hasta el final por el título.
La primera parte fue de desconcierto. El Arsenal intentaba ser fiel a su estilo y dominaba el tempo del partido con la posesión de balón, pero carecía de pegada arriba con la eterna promesa de Van Persie y el que tendría que ser el nuevo protagonista de alguna secuela de Desaparecido en Combate, el ruso Arshavin, que solo aparece en uno de cada diez partidos, pero eso sí, cuando aparece es magnífico. El Chelsea jugaba a la defensiva y al contragolpe y no crearon apenas problemas a Fabianski. En el minuto 44 el Arsenal se adelantó gracias a un barullo en el área que acabó aprovechando Song para empujar el balón al fondo de la red.
La segunda parte empezó con los Gunners moviendo el balón de forma mas rápida y vertical gracias a la mayor participación de Nasri y Cesc. De éstos protagonistas fue la jugada del 2-0. Balón sacado desde la defensa que llega a Nasri en la banda, pase de la muerte al área y gol de Cesc, que solo tuvo que empujarla. El tercero llegó casi en la siguiente jugada, balón robado en el mediocampo, balón a Cesc, y pase magistral con el exterior de la bota al espacio para que corriese Walcott y batiera a Cech por bajo. El gol de la honra de los Blues llegó tras remate de Ivanovic en una falta sacada por Drogba. El resto de la segunda parte solo fueron intentos vanos de Drogba por marcar y contras que no aprovechó el Arsenal
Al final del partido, marcador de 3-1 que deja a Ancelotti con la soga al cuello a espera del partido de hoy contra el Bolton. El Arsenal feliz por la victoria y triste por la pérdida de Cesc ante el Wigan.
Jornada 20
En White Hard Lane jugaron ayer Tottenham y Newcastle. Fue un partido muy interesante y entretenido dado el estilo tan diferente que poseen uno y otro. Los Spurs basaron su juego en la velocidad de Bale y Lennon por las bandas, mientras los Urracas jugaron a base de balonazos para Andy Carrol, una torre de 21 años con mucha potencia y velocidad que no pasará desapercibida en la Premier, jugador para un equipo grande.
El esférico estuvo en posesión del Tottenham los primeros minutos del partido, teniendo varias oportunidades el conjunto blanco a base de faltas provocadas de Van der Vaart, que estuvo casi mas tiempo tirándose al mínimo contacto que moviendo el balón. Ausente Van der Vaart, Luca Modric se encargó de dirigir el equipo. En una de estas ocasiones en el área Pavlychenko remató de cabeza y el balón pegó en ambos postes paseándose por la línea de gol. Para entonces el Newcastle se había plantado sobre el campo y se había puesto serio, saliendo con criterio desde atrás y percutiendo por la banda para poner centros a Carrol, pero el marcador no se movió.
Al descanso entró Jenas por Palacios, un cambio lógico y que daba mas juego al mediocampo de los Spurs. Smith y Burton decidieron hacer la guerra por su cuenta y enfurecer tanto a las hinchas como a los jugadores locales. Pero éstos contestaron jugando al fútbol y no repartiendo. Un gol de Lennon cruzando el balón desde la banda derecha fue el primer tanto de los Spurs y el segundo llegaría justo por la banda contraría pero de manera aún mas espectacular, internada de Bale hasta el área, recorte en un milímetro de campo y tiro cruzado que entra por el palo mas alejado. Fue un partido muy discreto del Gales, pero ese gol lo compensó con creces. Al final del partido 2-0.
Hubo otros partidos en la jornada de ayer que tuve la oportunidad de ver, como el West Ham- Everton y el Birmingham – Manchester United, pero no pude verlos enteros. Lo mas destacado que observé fue la intención del Everton de jugar el balón dentro de sus limitaciones, lo que hay que aplaudir
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