No pasa Navidad en la que no nos maravillemos por el nivel y la clase de la Premier League como organización y competición deportiva. Cuando todas las ligas de Europa paran para celebrar las fiestas, los ingleses las celebran con un calendario frenético. En estas dos últimas jornadas no ha habido ni un solo día de separación entre ellas. La jornada número 19 terminó el Domingo y la número 20 empezó el Lunes. Tanto en España como en el resto de Europa esto es algo totalmente impensable, aunque seguro que más de un jugador prefiere disputar éstas ligas por el hecho de tener más vacaciones, lo que supone una desventaja para la Premier.
Como es lógico, una vez que te pones a pensar en lo preciosa que es la Premier en Navidades, piensas en la competición durante el resto del año. Estadios nuevos o reformados que se abarrotan partido tras partido, clubes que no saben lo que es el “concurso de acreedores”, un calendario de partidos fijos e inamovibles a no ser por algún reply de partidos de Carling Cup o Community Shield, y normas deportivas claras que se aplican con la máxima severidad ( preguntemos a Luisito Suárez).
Lo siguiente que se nos pasa por la mente es analizar la Premier tomando como referencia la liga que más conocemos, es decir, la española. Miremos los puntos de comparación que miremos, la Liga sale perdiendo por goleada, excepto tal vez en el más importante de todos, el fútbol. El fútbol inglés y de la Premier se caracteriza por su intensidad y su nivel físico, el español por su calidad y su toque. Los resultados hablan por si solos de que estilo es el mas efectivo, ya sea a nivel de clubes como a nivel de selecciones. Ahora bien, si nos diesen a elegir entre la mejor competición y el mejor fútbol, ¿Con cual os quedaríais vosotros? ¿Por qué no luchar por ser los mejores en ambos ámbitos?
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